Todos hemos oído alguna vez hablar de la nanotecnología, pero la mayoría de nosotros solo lo hemos oído en películas y videojuegos futuristas. Pues bien, eso se ha acabado, porque la nanotecnología está haciendo mucho ruido en el campo de las ciencias aplicadas.
Pero, ¿qué es eso de la nanotecnología? Según Wikipedia, "la nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas". Por lo tanto, la nanotecnología abarca investigaciones muy dispares, tales como la creación de robots muy pequeños, el envasado de alimentos o la investigación sobre los nanotubos de carbono, la cual da nombre a esta entrada.
Una vez hemos aclarado lo que es la nanotecnología, es el momento de adentrarnos en el tema que nos incumbe: los nanotubos de carbono. Los nanotubos de carbono es una de las formas en la que nos podemos encontrar el carbono, como el diamante o el grafito. Los nanotubos se componen de una o varias láminas de grafito enrolladas sobre sí mismas. Pueden ser monocapa (un solo tubo) o multicapa (varios tubos metidos uno dentro de otro). Una de las particularidades de los nanotubos es que tienen un diámetro de unos nanómetros y, sin embargo, su longitud puede ser de hasta un milímetro, por lo que la diferencia entre anchura y altura es tremendamente alta. Además, son las fibras más fuertes que se conocen, pudiendo llegar a ser más fuertes que el acero, y tienen propiedades eléctricas muy interesantes, ya que son mejores conductores que el cobre.
Sin embargo, para comprender plenamente las cualidades de estos nanotubos de carbono es necesario estudiar las propiedades del material del que proceden. El grafito está formado por átomos de carbono que se estructuran en forma de panel. Una sola capa de grafito es muy estable, fuerte y flexible; aunque se adhiere de forma débil a las que tiene al lado, lo que explica que se use para hacer la mina de los lápices. Las fibras de carbono, formadas por grandes capas de grafito, son muy apreciadas en la actualidad. Pero si enrollamos las capas de grafito el resultado es un material con mejores propiedades todavía. A esto es a lo que llamamos un nanotubo de carbono. Además, las propiedades de estos dependen incluso de cómo se enrollan, por lo que hay infinitas posibilidades.
Todas esas propiedades parecen fantásticas, pero, ¿de qué nos sirven a nosotros? Esta investigación tiene múltiples aplicaciones en nuestra vidas diaria: en medicina, almacenamiento de hidrógeno, creación de celdas solares para aprovechar la energía del sol... Como veis, la lista de aplicaciones de los nanotubos es muy extensa, sobretodo si le sumamos la investigación sobre el grafeno, que está relacionada con esta y promete grandes resultados. Aquí os dejo un vídeo que habla sobre el grafeno.
Aquí concluye esta entrada. Seguid de cerca estas investigaciones, porque van a revolucionar el mundo en el que vivimos.
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